ESPERANDO A LOS NAUFRAGOS
Bajo el cielo
oscuro está el silencio
ahogado de humedad.
La sed se esconde
en esta isla,
en la arena de sus playas
repletas de calor.
La sed se esconde
en el bosque que respira.
Siento crecer
el aire en mis costillas,
y la fuente de agua fresca
que bombea mi sangre
rumia su temblor, ansiosa,
esperando su explosión
cuando tus dedos náufragos
se acerquen sedientos
a esta piel solitaria.